
No soporto el ruido.
A veces mi cabeza se pone a dos mil por hora y no soy capaz de parar.
Empatizo demasiado con los demás. Entiendo tanto lo que les pasa que no puedo evitar que me afecte mucho.
A veces simplemente no puedo explicar por qué entiendo lo que les pasa.
Me cuesta transmitir lo que veo y hacerme entender, aceptar que los demás no perciben como yo lo hago.
Soy muy perfeccionista y autocrítica*, a menudo siento que no soy suficiente, y dudo de mí.
Me siento siempre demasiado, demasiado exagerada, demasiado intensa, demasiado llorona, demasiado…
Me cuesta decir que no y poner límites.
No soporto la injusticia y ver que alguien lo está pasando mal.
A veces mis emociones son tan intensas que me desbordan y no puedo contenerlas.
A veces pienso que estoy loca, que algo está mal en mí, que tengo un trastorno, que se me va a ir la cabeza.
Soy una persona muy sensible y creativa, pero no logro encontrar momentos para explorar esta parte de mi vida.
Me gustaría dedicarme a un trabajo más acorde con mi forma de ser y mi propósito de vida, pero siento que es tarde para mí.
Todo esto son frases reales, que escucho frecuentemente en mi trabajo con personas con Alta Sensibilidad.
Si te sientes identificado/a es muy posible que tú también seas una persona altamente sensible.
¿Quieres saber más? Te lo cuento en este artículo y vídeo en mi web:
https://www.luciahervashermida.com/pas